
A Coruña, 17 de marzo de 2025
La transición energética como motor de competitividad
La conselleira de Economía e Industria, María Jesús Lorenzana, ofreció hoy una clase magistral en la Escuela de Relaciones Laborales de A Coruña, donde enfatizó que la transición energética no debe ser considerada únicamente desde una perspectiva ambiental, sino también como un factor clave para la competitividad económica.
Durante su intervención, Lorenzana hizo referencia al Informe Draghi, que aboga por un aumento en la productividad como medio para fomentar el crecimiento económico. En este sentido, destacó la importancia del desarrollo de las energías renovables en Galicia, con el objetivo de reducir el costo de la energía, uno de los principales lastres que enfrenta la industria europea.
El impacto del negacionismo industrial
La conselleira advirtió que el negacionismo industrial representa un obstáculo significativo para la transición energética, lo que a su vez implica la pérdida de oportunidades de desarrollo económico. Esta situación no solo afecta a la creación de empleo y a la generación de riqueza, sino que, en algunos casos, también puede agravar el problema del despoblamiento en ciertas regiones.
En su análisis, Lorenzana subrayó que la resistencia al cambio en el sector industrial podría tener consecuencias devastadoras, no solo para las empresas, sino también para la sociedad en su conjunto. La falta de adaptación a las nuevas realidades energéticas podría resultar en un estancamiento que afectaría a generaciones futuras.
Galicia como ejemplo de avance sostenible
Galicia se posiciona como un referente en la adopción de políticas energéticas sostenibles, buscando no solo cumplir con los objetivos medioambientales, sino también fortalecer su tejido industrial. La conselleira destacó que, a través de la inversión en energías renovables, la comunidad autónoma está sentando las bases para un futuro más próspero y sostenible.
Con iniciativas que promueven la innovación y la sostenibilidad, Galicia se propone liderar la transición hacia un modelo energético más eficiente, que no solo beneficie a la economía local, sino que también contribuya a la lucha contra el cambio climático a nivel global.