abril 20, 2025

Vivir en 10 metros cuadrados como única alternativa

Cuesta empatizar con los problemas si no les ponemos nombre y rostro. Mykola Koslov, ucraniano de 59 años, lleva quince años residiendo en Ourense. Su llegada a esta ciudad fue motivada por la búsqueda de mejores condiciones salariales y una vida más cómoda, pero la realidad ha sido muy diferente.

Durante este tiempo, se ha visto obligado a cambiar de trabajo constantemente, a compartir piso debido a la imposibilidad de afrontar un alquiler por su cuenta y a dejar varias viviendas por los exorbitantes precios que le exigían por una habitación.

Desafíos laborales y económicos

Mykola es un trabajador incansable que ha tenido que desempeñarse en diversos sectores durante jornadas laborales maratonianas: fábricas de madera, empresas de reparto, cuidado de mayores… Su principal objetivo ha sido enviar dinero cada mes a su familia en Ucrania, un sacrificio que ha hecho siempre por ellos.

La necesidad de mantener a sus seres queridos, unida a los bajos salarios que ha percibido en estos años, le ha forzado a vivir en un piso compartido: “Con los salarios que he tenido todos estos años me ha resultado imposible pagar los alquileres que piden por una vivienda. He vivido en diferentes habitaciones compartidas y he tenido que abandonarlas cuando me subían el precio”, señala el ucraniano. A pesar de las dificultades, Mykola no ha tenido problemas en este tipo de convivencia.

La situación actual

Actualmente, comparte piso con otros dos trabajadores inmigrantes en la avenida Emilia Pardo Bazán, pagando 250 euros por una habitación de 10 metros cuadrados. “Para mí no hay otra opción viable”, explica Koslov, quien ha tenido que adaptarse a esta realidad.

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Mykola Koslov ha perdido la esperanza de encontrar en Ourense una vida mejor. Una hernia discal le ha dejado incapacitado para trabajar, y actualmente sobrevive con una pequeña pensión mientras espera la resolución de su solicitud de invalidez. “Ahora estoy deseando volver a mi país. Aquí no me queda nada por hacer”, concluye.

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