abril 22, 2025

Una empresa busca hacer que el negocio de las criptomonedas sea sostenible y ecológico

La minería de criptomonedas tiene el potencial de convertirse en un aliado clave en la transición hacia una economía más ecológica. Después de haber sido criticada durante años por su elevado consumo de agua y energía y su contribución a las emisiones de gases de efecto invernadero, la asociación europea Bitcoin Energy plantea que en un futuro cercano, las criptomonedas podrían alimentarse principalmente de energía eólica y solar. Aunque estas fuentes de energía no generan emisiones directas, presentan un desafío: su naturaleza intermitente, ya que dependen de las condiciones climáticas.

Durante los días soleados y ventosos, la producción de energía en las instalaciones que utilizan estas fuentes renovables puede ser óptima. Sin embargo, esta producción puede verse afectada si las condiciones meteorológicas cambian: nubes, caída del sol o falta de viento pueden interrumpir el suministro. Como consecuencia, en ciertos momentos del día y del año, puede haber un exceso de producción eléctrica, mientras que en otros se experimentará un déficit. Parte de la energía excedente se puede almacenar en baterías para su uso posterior, pero otra parte deberá ser eliminada para evitar sobrecargar la red eléctrica.

Uno de los principales problemas de esta generación intermitente es que los precios de la electricidad pueden desplomarse cuando la producción supera la demanda. Sin embargo, los parques eólicos y solares también reciben compensación cuando los precios caen a cero o se vuelven negativos, ya que de lo contrario se perdería el incentivo económico para desarrollar nueva infraestructura renovable. Este fenómeno se observó en Dinamarca, donde las subastas de energía eólica marina no atrajeron ofertas debido a la falta de garantías en este sentido.

Leer:  Conanp investiga a embarcación estadounidense por presunta pesca ilegal en área natural protegida de México

¿Qué tan renovable es una granja de cripto?

Aparte de requerir agua para los sistemas de refrigeración de los equipos, que de lo contrario se sobrecalentarían, las denominadas «granjas de criptomonedas» demandan una gran cantidad de electricidad debido a la potencia de cálculo necesaria para resolver problemas criptográficos. Si la energía utilizada para alimentar o enfriar estas computadoras proviene de fuentes fósiles, las emisiones generadas por la minería se convierten en un obstáculo para la sostenibilidad ambiental.

No obstante, es común que las granjas de criptomonedas se abastezcan de energía de centrales hidroeléctricas, que ofrecen una fuente de energía limpia, abundante y económica. Este aspecto es fundamental para los «mineros», ya que el costo de la electricidad representa su principal gasto operativo. Por lo tanto, siempre buscan obtener grandes cantidades de energía al costo más bajo posible.

En diciembre, Mara Holdings, una de las principales empresas de minería de bitcoins a nivel mundial, adquirió un parque eólico en Texas con el objetivo de utilizarlo para sus operaciones de minería, las cuales se activarán y desactivarán según la disponibilidad de viento. En este caso, la planta está desconectada de la red eléctrica. Bitcoin Energy busca aprovechar la flexibilidad de la minería para facilitar la integración de energías renovables en el mercado eléctrico y fortalecer la estabilidad de la infraestructura. De esta manera, las granjas de criptomonedas ajustarán su actividad para aprovechar los picos de producción de energía eólica y solar a precios reducidos, «desconectándose» cuando la disponibilidad sea baja y la demanda de electricidad aumente. Esto evita el desperdicio de energía de los parques renovables, incrementa la rentabilidad de los operadores y alivia la presión sobre la red durante los picos de demanda.

Leer:  Consecuencias en la Tierra de un posible impacto del asteroide 2024 YR4 en la Luna

La idea de Bitcoin Energy podría funcionar

«Todas las actividades que requieren un suministro relativamente constante de electricidad y que tienen el compromiso de garantizar su origen bajo en carbono son una contrapartida importante para los proyectos de desarrollo de ‘tecnologías verdes'», afirma Carlo Stagnaro, director de investigación y estudios del think tank italiano Instituto Bruno Leoni. Sin embargo, advierte que este tipo de asociación requiere un compromiso a largo plazo, de al menos cinco a diez años, como ocurre con muchos asentamientos industriales o centros de datos. «No estoy seguro de que la minería pueda ofrecer este tipo de compromiso, ya que es un negocio muy volátil y puede generar tensiones en la demanda de electricidad».

Noticias relacionadas