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La evidencia científica sobre los riesgos de depender excesivamente de la inteligencia artificial (IA) sigue creciendo. Un estudio reciente revela que a mayor confianza en las herramientas de IA generativa para aumentar la productividad laboral, menor es nuestra capacidad para pensar de manera crítica.
Los investigadores advierten que “si se utilizan incorrectamente, las tecnologías pueden, y de hecho lo hacen, provocar el deterioro de facultades cognitivas que deberían preservarse”. Una de las ironías de la automatización es que, al mecanizar tareas rutinarias y dejar la gestión de excepciones en manos del usuario humano, se le priva de oportunidades para practicar su juicio y fortalecer su capacidad cognitiva. Esto puede resultar en un aumento de la pereza intelectual y una mayor incapacidad para resolver problemas en situaciones excepcionales.
El estudio se basó en una encuesta realizada a 319 trabajadores del conocimiento por investigadores de Microsoft y la Universidad Carnegie Mellon. Los trabajadores del conocimiento son aquellos que, en lugar de realizar un oficio manual, dependen de su educación y experiencia para desempeñarse en profesiones como ingeniería, investigación, programación, derecho, arquitectura, medicina y asesoría financiera.
Durante el cuestionario, los participantes debían proporcionar tres ejemplos de cómo utilizan la IA generativa en su trabajo (como ChatGPT, Copilot, Gemini) y responder preguntas sobre cómo aprovechaban la información de estas herramientas. También se les preguntó cómo realizarían estas tareas sin el apoyo de la IA y sobre su confianza en sus habilidades para resolver problemas y pensar críticamente. Aproximadamente el 70% de los voluntarios admitió no emplear su pensamiento crítico en tareas de conocimiento, comprensión, aplicación, análisis y síntesis. Solo en tareas de evaluación se observó un mayor esfuerzo de razonamiento.
El estudio señala que «el pensamiento crítico en el trabajo del conocimiento implica diversas actividades cognitivas, como el análisis, la síntesis y la evaluación». Se observó que el uso de herramientas de IA generativa modifica la percepción del esfuerzo de pensamiento crítico de los trabajadores del conocimiento de tres maneras. En términos de memorización y comprensión, el enfoque se desplaza de la recopilación de información a la verificación de la misma. En cuanto a la aplicación, el énfasis se traslada de la resolución de problemas a la integración de respuestas de IA. Finalmente, para el análisis, la síntesis y la evaluación, el esfuerzo se desplaza de la ejecución de tareas a la gestión de tareas.
Esto implica que el experto corre el riesgo de convertirse en un copy/paster profesional o, en el mejor de los casos, un verificador de datos. Aunque los voluntarios perciben que la IA comete “pocos errores”, los investigadores advierten que, si bien la IA generativa puede mejorar la eficiencia, también puede inhibir el compromiso crítico con el trabajo y conducir a una dependencia excesiva a largo plazo, disminuyendo así la habilidad para resolver problemas de manera independiente.