
La Guardia Civil ha llevado a cabo la detención de una persona e investiga a al menos dieciséis implicados en una operación destinada a desmantelar el mercado negro del ansiolítico Rivotril en Cangas y Vigo. Entre los investigados se encuentran tres médicos, varias farmacias y un menor. Este medicamento, que se utiliza comúnmente en tratamientos neurológicos, ha sido desviado para la producción de karkubi, una droga peligrosa conocida como «la ampolla roja» o «la droga de los pobres», cuyo consumo ha aumentado significativamente en los últimos años, especialmente entre la población joven.
El karkubi es una mezcla de Rivotril, hachís, alcohol y pegamento, un cóctel altamente adictivo que causa efectos devastadores en el sistema nervioso. Esta sustancia, que ha sido popular en Marruecos durante más de una década, ha encontrado en España un mercado en expansión, con focos de consumo detectados en Galicia desde hace al menos dos años.
Fraude en la prescripción y el impacto en los jóvenes
Las investigaciones han revelado que los médicos implicados podrían haber emitido recetas fraudulentas para facilitar la obtención del fármaco, mientras que algunas farmacias habrían dispensado el medicamento sin el control adecuado. Esta actividad ilegal ha permitido que menores y adolescentes accedan al ansiolítico, lo que ha generado una creciente preocupación entre las autoridades sanitarias y de seguridad.
La operación se inició en septiembre, tras el caso de un joven de 15 años que requirió atención médica después de consumir una mezcla de Rivotril y otras sustancias. Las pesquisas llevaron a otro joven de aproximadamente 20 años, señalado como el presunto vendedor de la droga. Este incidente alertó a las fuerzas de seguridad sobre la magnitud del problema en la zona de Vigo y O Morrazo.
Accesibilidad y peligrosidad del Rivotril
El Rivotril es un medicamento que se receta con frecuencia para tratar crisis epilépticas y trastornos de ansiedad, así como para ayudar a personas en procesos de deshabituación. Sin embargo, su bajo coste, que es inferior a tres euros por caja, ha facilitado su acceso y distribución en el mercado negro.
Uno de los aspectos más alarmantes es que su consumo ya no se limita a toxicómanos habituales, sino que también está atrayendo a adolescentes muy jóvenes en busca de nuevas experiencias. Aunque inicialmente genera una sensación de euforia, sus efectos secundarios pueden incluir depresión severa, problemas cardíacos y deterioro neurológico, lo que convierte a esta sustancia en un riesgo extremo para la salud.
Las autoridades continúan con las investigaciones para identificar a todos los responsables de esta red y detener el avance del karkubi en Galicia.