noviembre 18, 2025

Semarnat reconoce los daños ambientales del Tren Maya y presenta un plan de rescate integral

Alicia Bárcena, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), ha reconocido públicamente los daños causados por el Tren Maya en los ecosistemas de la península de Quintana Roo. Este megaproyecto, parte de una estrategia del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador para reducir la desigualdad y promover la integración económica del sureste del país, ha resultado en la deforestación de al menos 6,659 hectáreas, así como en daños a aproximadamente 125 cenotes y cavernas, y afectaciones en decenas de pasos de fauna.

En respuesta a esta situación, la Semarnat ha propuesto un plan de rescate que abarca la totalidad de la obra. Entre las acciones destacadas se encuentran la eliminación de mallas metálicas que obstaculizan el libre tránsito de la fauna, la protección de cavernas y cenotes, y la prohibición de la construcción de caminos secundarios en la selva destinados a actividades turísticas.

Medidas de compensación y restauración

Durante una reunión con medios, Bárcena afirmó que “la restauración que requiere una obra como el Tren Maya es tan integral que debe incluir reforestación. Las comunidades locales pueden ser las que nos ayuden a restablecer el ecosistema forestal, en lugar de contratar a consorcios que vienen, plantan un árbol y se muere al día siguiente”.

La Secretaría de Medio Ambiente ha informado que está realizando visitas a la zona afectada con el objetivo de desarrollar medidas de compensación por los daños a la infraestructura y el cambio de uso de suelo, para atender las necesidades y preocupaciones de las comunidades locales. Sergio Graf Montero, director general de la Comisión Nacional Forestal, explicó que se diseñarán estrategias para restaurar manglares degradados en toda la península de Yucatán y apoyar a productores locales, como los chicleros, en la regeneración de la selva para la obtención de insumos y especies de valor económico y ecológico.

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Posible declaración de reserva de la biosfera

Por su parte, Marina Robles García, subsecretaria de Biodiversidad y Restauración Ambiental, informó que, en colaboración con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, se está evaluando la posibilidad de declarar el sistema de cavernas y cenotes de Quintana Roo como reserva de la biosfera. Este reconocimiento permitiría su integración a una red internacional de áreas protegidas legalmente, asegurando su preservación ecológica, biológica y cultural.

Bárcena no especificó cuándo se implementará el plan de rescate, mientras que Robles García afirmó que los costos deberán ser asumidos por «quien realizó la obra», sin proporcionar mayores detalles. El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) fue la entidad encargada de iniciar la construcción del Tren Maya y de vincular el proyecto con la comunidad científica y tecnológica. Posteriormente, la iniciativa pasó a manos de la empresa paraestatal Tren Maya S.A. de C.V., bajo la gestión de la Secretaría de la Defensa Nacional. La obra ha contado con la participación de empresas privadas como Alstom-Bombardier, China Communications Construction Company, Mota-Engil y Operadora Cicsa, de Grupo Carso.

Impacto ambiental del Tren Maya

El Tren Maya comenzó su construcción en junio de 2020, promovido como un proyecto destinado a la reactivación económica del sur de México. Sin embargo, desde su inicio, investigadores, científicos y ecologistas han manifestado su oposición debido al impacto ambiental del proyecto. La vía férrea atraviesa la selva, considerada el segundo pulmón forestal de Latinoamérica, generando preocupaciones por su efecto en la biodiversidad.

Datos del gobierno federal publicados el año pasado revelaron que la construcción del Tren Maya implicó la tala de más de 7 millones de árboles entre 2019 y 2023. El tramo 5, que conecta Cancún con Tulum, fue el más afectado, con la pérdida de 3.6 millones de árboles. Además, las vías atraviesan áreas protegidas como el Sistema Lagunar Catazajá, en Chiapas y Tabasco, el sitio Ramsar ‘Anillo de Cenotes’, en Yucatán, y la Reserva de la Biosfera Los Petenes, en Campeche.

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Durante la construcción, colectivos ambientalistas como Sélvame del Tren y SOS Cenotes denunciaron derrames de diésel y concreto en el sistema de cavernas y cenotes. Se presentaron numerosos recursos judiciales para frenar la obra, aunque solo lograron suspensiones temporales. El hidrólogo Guillermo D’Christy, integrante de Sélvame del Tren, celebró el reconocimiento de los daños por parte de la Semarnat, afirmando que es momento de compensar, restaurar y proteger la selva que aún nos queda.

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