Pintado entre 1423 y 1483, el ciclo pictórico de la Capilla Brancacci de Florencia representa dos escenas del Génesis y las Historias de San Pedro. Sin embargo, este magnífico trabajo artístico oculta detalles que han permanecido invisibles hasta ahora. Se han descubierto rayos dorados que emergen de la puerta del Edén, una extensión de hierba a los pies de Adán y Eva, así como hojas de higuera y manzano que cubren su desnudez.
Este hallazgo se atribuye a sofisticados análisis realizados por un equipo de investigadores del Instituto de Ciencias del Patrimonio Cultural (CNR-ISPC), el Instituto de Óptica (CNR-INO) y el Instituto de Ciencias y Tecnologías Químicas «Giulio Natta» (CNR-SCITEC). La campaña de estudio fue apoyada por la organización sin fines de lucro Friends of Florence y la Fundación Jay Pritzker, y coordinada por el Ayuntamiento de Florencia, la Universidad de Florencia y la Universidad de Ciencias Aplicadas y Tecnología de la Suiza Meridional (SUPSI) de Mendrisio, Suiza. Los resultados de esta investigación se publicaron en un comunicado de prensa del CNR-SCITEC.
Descubrimiento de nuevos detalles
La Capilla Brancacci está ubicada en la iglesia de Santa María del Carmine en Florencia, Italia. Los frescos fueron encargados por el adinerado comerciante Felice Brancacci y pintados por Masolino da Panicale, Masaccio y Filippino Lippi. Masolino y Masaccio trabajaron en el ciclo decorativo entre 1425 y 1428, mientras que Filippino Lippi completó la obra a principios del siglo XV. Este último se centra en las Historias de San Pedro y en dos escenas del Génesis: ‘La tentación de Adán y Eva‘, de Masolino, y ‘La expulsión de los progenitores del Edén‘, de Masaccio.
Los recientes análisis han revelado detalles que no son visibles a simple vista, gracias a una técnica avanzada conocida como macrofluorescencia de rayos X de barrido, o macro-XRF. Esta técnica, explicada por el Centro de Estudios Científicos de las Artes de la Universidad Northwestern, se utiliza para cartografiar la presencia de elementos químicos en las obras de arte, permitiendo detectar pigmentos, tintas o lacas específicos. Al ser no destructiva, permite analizar grandes superficies mediante el escaneado con un haz de rayos X y el análisis de la fluorescencia emitida. Dado que los rayos X pueden penetrar las capas de pintura, esta técnica también ayuda a identificar cambios y elementos que no son visibles a simple vista.
Elementos naturales y su evolución
Los análisis del ciclo pictórico de la Capilla Brancacci han revelado, en la escena de ‘La tentación de Adán y Eva‘, la presencia de densa vegetación y hojas de higuera y manzano que cubren la desnudez de los personajes. Según los expertos del CNR, estos elementos son originales y no se relacionan con las intervenciones censorias de 1642, que fueron eliminadas durante la restauración de los años ochenta. En ‘La expulsión de los progenitores del Edén‘, se destacan rayos de luz que originalmente eran dorados y que ahora aparecen en tonos negros o gris oscuro.
Los investigadores están interesados en comprender por qué estos elementos han desaparecido. Una hipótesis sugiere que los pigmentos se han alterado con el tiempo, mientras que otra plantea que su desaparición se debe a procesos de limpieza. Para investigar esta cuestión, se ha iniciado una colaboración con la SUPSI de Mendrisio. Por ahora, queda esperar para obtener más información sobre este fascinante descubrimiento.