¿Te has preguntado en qué momento del día es más efectivo aplicarte desodorante? La respuesta a esta inquietud puede variar según el tipo de producto que utilices. Un artículo del Washington Post explora este tema con la ayuda de un experto en dermatología, y aquí te presentamos lo que necesitas saber.
Diferencias entre antitranspirantes y desodorantes
La sudoración es un proceso fisiológico esencial que ayuda a regular la temperatura corporal, especialmente después de actividades físicas o en climas cálidos. Sin embargo, una sudoración excesiva puede dar lugar a olores desagradables, ya que las bacterias en la piel descomponen el sudor, generando compuestos volátiles con olores característicos.
Para combatir estos olores, existen desodorantes y antitranspirantes, que aunque a menudo se confunden, cumplen funciones distintas. Los desodorantes están diseñados para enmascarar los olores con fragancias, mientras que los antitranspirantes actúan como un «tapón» que reduce la producción de sudor y ayuda a su reabsorción. Un estudio de 2015 reveló que cerca de la mitad de los encuestados no conocían la diferencia entre ambos productos.
Cuándo aplicar desodorante y antitranspirante
Con esta distinción clara, Adam Friedman, profesor de dermatología en la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud George Washington, sugiere que los antitranspirantes son más efectivos cuando se aplican por la noche. Esto se debe a que durante el día, la sudoración puede diluir los ingredientes activos del antitranspirante, lo que disminuye su eficacia. Aplicarlo por la noche permite que el producto actúe adecuadamente y garantice menos sudoración al día siguiente.
La Academia Americana de Dermatología (AAD) respalda esta recomendación, sugiriendo también que si se utilizan ambos productos, el desodorante debe aplicarse por la mañana para complementar la protección.
Consejos adicionales para el manejo de la sudoración
Además de la aplicación adecuada de productos, la AAD recomienda usar ropa transpirable, siendo el algodón una opción ideal. También es importante tener en cuenta que ciertos estimulantes, como la cafeína y la teobromina, pueden incrementar la sudoración. Por lo tanto, reducir el consumo de café, té y otros alimentos que contengan estas sustancias puede ser beneficioso, especialmente en días calurosos.