Este domingo, cientos de personas se han congregado a orillas del río Ulla, considerado «la arteria principal de Galicia que quieren envenenar», para protestar contra la instalación de una fábrica por parte de la multinacional lusa Altri en Palas de Rei (Lugo), así como contra la reapertura de la Mina de Touro.
Antes de la manifestación, un grupo de piraguas y embarcaciones de rafting llevó a cabo un descenso simbólico por el último tramo del río Ulla, cerca de su desembocadura en la ría de Arousa. Este acto tenía como objetivo visibilizar los posibles efectos negativos que ambos proyectos podrían tener en los ecosistemas y en la calidad del agua.
Un rechazo creciente
La presidenta de la Plataforma Ulloa Viva, Pilar Naveira, ha declarado a los medios que «cada vez somos más grupos, organizaciones e individuos gallegos que nos oponemos a este proyecto insensato». Naveira enfatizó que se logrará que quienes apoyan la instalación de la macrocelulosa queden aislados ante el claro rechazo de la población gallega.
Además, ha subrayado que «no se puede permitir» que en pleno siglo XXI, en un contexto de cambio climático y crisis de biodiversidad, se entregue a una empresa privada un río como el Ulla. Criticó también la propuesta del Gobierno gallego de convertir la chimenea de 75 metros de Altri en «un icono», sugiriendo que esto es un ejemplo de «greenwashing» extremo.
La defensa del ecosistema
Durante la manifestación, se escucharon cánticos como «Altri Non» y «Altri mata, a mina remata», mientras los asistentes exigían protección para el agua y la tierra. Según los organizadores, ambos proyectos industriales se ubicarían a pocos kilómetros uno del otro, generando efectos acumulativos y sinérgicos que incluirían un elevado consumo de agua y contaminación del aire y la tierra.
Greenpeace ha informado que el recorrido del descenso reivindicativo se realizó a lo largo del sistema fluvial Ulla-Deza, una zona de «especial conservación» dentro de la Red Natura 2000, cuyos valores naturales están amenazados por estos proyectos. Este espacio natural abarca más de 1.600 hectáreas y alberga una rica red hidrográfica, así como hábitats de interés comunitario y especies protegidas como la lamprea y el salmón atlántico.
Al final del recorrido, los manifestantes se reunieron para leer un manifiesto en el que exigieron la cancelación definitiva de los proyectos de Altri y de la Mina de Touro. Julia Barbosa, de la Plataforma Mina Touro-O Pino Non, recordó que el proyecto de la mina ya había sido rechazado por la Xunta y pidió coherencia a las autoridades.
La voz de la comunidad
Alfredo Otero, representante de la Plataforma en Defensa da Ría de Arousa (PDRA), destacó que la ría enfrenta una situación crítica y lamentó que el Gobierno gallego promueva proyectos que agravan la producción de contaminantes en lugar de buscar soluciones. «El río Ulla es una cinta transportadora de vida y biodiversidad que alimenta nuestras rías y bancos marisqueros», concluyó.
En este contexto, el concejal de Medioambiente del Ayuntamiento de Santiago, Xesús Domínguez, denunció que «con mentiras y ocultando información, intentan llevar adelante esta macrocelulosa que contaminará un espacio natural de gran riqueza como el río Ulla y afectará a la Ría de Arousa, perjudicando el modo de vida de miles de personas».
La actividad de este domingo en Padrón fue organizada por varias plataformas y asociaciones, incluyendo la Plataforma en Defensa da Ría de Arousa (PDRA), la Plataforma Ulloa Viva, y Greenpeace, entre otras, con el apoyo de los ayuntamientos de Padrón y Pontecesures. Los organizadores han hecho un llamado a la ciudadanía gallega para que participe en la marcha contra las celulosas que se llevará a cabo el próximo 1 de junio en Pontevedra, bajo el lema «Nin Ence na ría, nin Altri na Ulloa».