La ketamina ha sido reconocida como un recurso valioso para mejorar estados de ánimo negativos. Este anestésico quirúrgico, que ha sido utilizado durante años en fiestas, se ha convertido en un tratamiento popular para la salud mental, aunque su uso sin receta médica sigue siendo ilegal.
Investigaciones recientes sugieren que la ketamina puede inducir un estado de «aislamiento sensorial» y aumentar temporalmente la neuroplasticidad del cerebro, facilitando así la superación de bloqueos mentales. Sin embargo, es importante destacar que el abuso de esta sustancia puede ser peligroso y potencialmente mortal. Algunos usuarios, como Elon Musk, afirman tener prescripción médica para su uso.
Perspectivas de los expertos en ketamina
En una conversación reciente, se entrevistó a los cofundadores de una organización que ofrece acompañamiento asistido con ketamina en el área de la bahía de San Francisco. Los participantes, que optaron por usar seudónimos, son Aria Stone, doctora en psicología, y Shuang Shuang, coach espiritual.
Shuang Shuang comentó sobre el enfoque de su organización: «Aceleramos el coaching, bloqueando el estrés con psicodélicos. Lo transmitimos a nivel celular». Por su parte, Aria Stone añadió que «con la ketamina, hay una ventana de 24 a 48 horas de optimización, cuando los cerebros de las personas son más neuroplásticos, lo que convierte esta experiencia en algo que se extiende por varios días».
Un espacio seguro para líderes
La organización no realiza retiros masivos, limitándose a atender a un grupo pequeño de clientes, principalmente ejecutivos de empresas de la lista Fortune 100. «Nosotros lo llamamos un ‘fuera de lugar’, no un retiro, porque no nos estamos retirando de nada», explicó Shuang Shuang.
Los clientes que buscan este tipo de acompañamiento suelen ser líderes que han alcanzado un alto nivel de éxito y se cuestionan sobre su próximo paso en la vida. «Aquí están todas las personas más solitarias. Tienen que liderar y enfrentar muchas cosas por su cuenta», agregó Shuang Shuang, enfatizando la necesidad de un espacio donde puedan sentirse acompañados y liberarse de la carga de la soledad.
Para garantizar la seguridad de los participantes, se les solicita información sobre su historial médico y psicológico, así como su relación actual con terapeutas. Se procede con cautela cuando se trata de individuos con antecedentes de traumas significativos, tendencias suicidas o trastornos mentales graves, ya que estos últimos pueden estar contraindicados para el uso de ketamina.
