
Al observar la Vía Láctea a través de un telescopio especializado y potente, se pueden apreciar filamentos alargados que delinean la forma espiral de la galaxia, especialmente cerca de su centro. Estas estructuras, conocidas como «huesos galácticos», han sido objeto de estudio reciente, y los astrónomos han descubierto que uno de ellos presenta una «fractura». El posible responsable de este daño es una estrella de neutrones que podría haber colisionado con el filamento.
Según la NASA, estos huesos son formaciones masivas que se detectan gracias a partículas energizadas que giran en espiral a lo largo de campos magnéticos paralelos. Debido a esta particularidad, solo son visibles a través de las ondas de radio que emiten, lo que mantiene su verdadera naturaleza como un enigma para los científicos.
El Filamento G359.13: «La Serpiente»
Entre los huesos galácticos identificados, uno de los más destacados es el G359.13142-0.20005, apodado «la serpiente». Este filamento se extiende a lo largo de 230 años luz y presenta una abertura notable en su centro, además de ser uno de los más brillantes. Inicialmente, se pensó que la perturbación en el filamento podría ser causada por un objeto no detectado que lo afectara.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Harvard, publicado en la revista Monthly Notice of the Royal Astronomical Society, detectó señales de un púlsar, una estrella de neutrones que gira a gran velocidad, en la misma área del filamento dañado. Estas estrellas son remanentes extremadamente densos que se forman tras la explosión de una estrella masiva.
Colisión y Distorsión del Campo Magnético
Utilizando telescopios como CHANDRA, especializado en rayos X, y MeerKAT y VLA, que captan ondas de radio, los científicos encontraron evidencias de un púlsar en el filamento. Se estima que la estrella de neutrones impactó el hueso a velocidades que oscilan entre 1,609,000 y 3,218,000 kilómetros por hora. Esta colisión no solo afectó la estructura del filamento, sino que también distorsionó su campo magnético, alterando la señal de radio emitida.
En la imagen proporcionada por la NASA, se puede observar «la serpiente» y un cuerpo que parece interactuar con la estructura en su longitud media, lo que sugiere que podría tratarse de la estrella de neutrones mencionada anteriormente.
Los pulsares son versiones de estrellas de neutrones que, además de ser compactas, rotan a altas velocidades y generan potentes campos magnéticos. Actualmente, no existe un instrumento capaz de observarlos directamente debido a su tamaño y distancia, pero hay observatorios que pueden «escucharlos».