
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha hecho un llamado para que las bebidas alcohólicas en Europa incluyan etiquetas obligatorias que adviertan sobre su vinculación con diferentes tipos de cáncer. La OMS resalta que Europa lidera el consumo global de alcohol y señala una «alarmante falta de conciencia» acerca de los efectos nocivos que esto puede tener en la salud pública.
Según la OMS, el alcoholismo causa la muerte de aproximadamente 800,000 personas al año en Europa. El cáncer es la principal causa de fallecimientos relacionados con el consumo de alcohol. Sin embargo, solo el 15% de los europeos es consciente de la conexión entre el alcohol y el cáncer de mama, y apenas el 39% reconoce que el alcohol contribuye al desarrollo del cáncer de colon.
Conciencia pública y políticas de salud
La OMS enfatiza que «la conciencia pública sobre la relación entre el alcohol y el cáncer sigue siendo alarmantemente baja». Muchos países en la región aún no han logrado avances significativos en la implementación de políticas para reducir los daños causados por el alcohol.
El organismo internacional sostiene que el etiquetado con advertencias sanitarias en las bebidas alcohólicas es una estrategia simple y económica que permite a los consumidores tomar decisiones informadas. “Estas etiquetas no privan de nada a los consumidores. Al contrario, les proporcionan conocimiento y los empoderan”, afirma Hans Henri P. Kluge, director regional de la OMS para Europa.
Implementación del etiquetado y recomendaciones
Actualmente, el etiquetado de advertencia en bebidas alcohólicas solo se aplica en 3 de los 27 países de la Unión Europea y en 13 de los 53 Estados miembros de la Región Europea de la OMS. La OMS recomienda que los países obliguen a incluir estas advertencias en los productos alcohólicos, en lugar de confiar en la autorregulación de los productores de alcohol.
La OMS también indica que las autoridades locales deben regular la ubicación, el contenido y el diseño de estas advertencias. Se sugiere que las advertencias podrían ser textuales o incluir pictogramas para aumentar su impacto y ofrecer información precisa a los consumidores. En este sentido, la OMS desestima la efectividad de los códigos QR como método de información sanitaria, ya que un estudio piloto reveló que solo el 0.26% de los compradores escanearon estos códigos para obtener información sobre salud, lo que subraya la importancia de las etiquetas visibles en los envases.
Investigaciones sobre el alcohol y el cáncer
Diversos estudios han señalado la conexión entre el consumo de alcohol y el cáncer. La Asociación Americana para la Investigación del Cáncer estima que el 40% de los casos de esta enfermedad están relacionados con «factores de riesgo modificables», entre los cuales se encuentra el consumo de bebidas alcohólicas. Esta asociación incluye varios tipos de cáncer, como el de cabeza y cuello, esófago, hígado, mama, colorrectal y estómago.
Expertos advierten que el aumento en la incidencia de ciertos tipos de cáncer entre adultos jóvenes es motivo de preocupación. La relación entre el alcohol y el riesgo de cáncer sigue un patrón dosis-respuesta, lo que significa que un mayor consumo incrementa las probabilidades de desarrollar la enfermedad. El tipo de bebida alcohólica no altera significativamente el riesgo. Es el etanol, el compuesto químico del alcohol, el que se considera cancerígeno.
Las instituciones de salud subrayan la necesidad de implementar medidas públicas que sensibilicen a la población sobre los efectos nocivos del alcohol y fomenten estrategias que promuevan un consumo responsable.