
Kendrick Lamar tenía en mente un auto GNX, pero no el que aparece en la portada de su nuevo álbum. Buscaba uno que pudiera ser desmantelado y transformado en un «coche de payaso» para su actuación en el descanso del Super Bowl LIX. Así lo relata Shelley Rodgers, la directora artística del evento. Con experiencia en la resolución de este tipo de desafíos en grandes escenarios, ha trabajado con artistas como Beyoncé y Lady Gaga, y recibió un Emmy por su labor en el espectáculo de medio tiempo de Rihanna en 2023. Aunque encontrar un auto no parecía complicado, era necesario localizar uno adecuado. No podían utilizar el Buick Grand National de Lamar, ya que tendrían que destruirlo para realizar el truco visual.
«No fue fácil encontrar ese automóvil, especialmente después de que Lamar lanzó su álbum», comenta Rodgers. «Podríamos haber utilizado el suyo, pero no estoy segura de que le habría gustado después».
Erik Eastland, de All Access, la empresa encargada de construir el escenario para el espectáculo, fue quien encontró el auto que Lamar deseaba. Eastland y su equipo localizaron el GNX en un concesionario familiar en Riverside, California, después de una búsqueda exhaustiva y un par de contratiempos.