Las banderas de la Casa Consistorial de O Bolo ondean a media asta. En la tarde del domingo, Josefa Fariñas García (76 años) falleció en su domicilio de As Ermidas, supuestamente apuñalada por su marido Manuel Vidueira Rodríguez (72 años). Una única cuchillada en el corazón le arrebató la vida y vistió de luto el concello bolés. El presunto homicida fue quien alertó a los servicios de emergencias, aunque los sanitarios no pudieron hacer nada por salvarla. Posteriormente, fue detenido por agentes de la Guardia Civil y permaneció en el cuartel de A Rúa hasta su presentación ante el juez en el Juzgado de A Pobra de Trives.
Un regreso fatídico
Josefa había estado visitando a una hermana, viendo en televisión el programa “Pasa palabra”, a escasos 20 metros de su hogar. Al regresar, pensó que su marido, quien había estado bebiendo, ya estaba acostado. Sin embargo, pocos minutos después, su vida se apagó de forma violenta tras ser acuchillada, según relató su hermana María Luisa.
La víctima no era ajena a la violencia de su pareja. “Tenía la mano muy ligera y la boca no digamos; mi hermana tragaba con todo”, comentó su hermana mayor. Josefa buscaba refugio en casa de su hermana cuando su marido se tornaba agresivo: “Cuando se peleaba, venía aquí”, refiriéndose a su hogar. La vida en la casa de la fallecida era complicada. “Paliza va y paliza viene, hasta que reventó”, lamentó.
La lucha contra la violencia de género
“Es algo que ves en la televisión, pero no imaginas que pueda suceder aquí”, expresó Miguel Ángel García Fariñas, sobrino de Josefa y teniente de alcalde de O Bolo. Él subrayó los dramas que el consumo de alcohol puede generar, afirmando que “cuando se trata de personas alcohólicas, no se les debe reír las gracias. Al final, nunca acaba bien”. Además, se refirió al silencio que rodea las situaciones de maltrato, reconociendo que “todos somos culpables, pero ella no quería que él se marchara y nos tenía engañados”, insistiendo en la importancia de denunciar.
La defensa del detenido, representada por la abogada Ana María Rey Prada, aún no había tenido acceso al atestado y apenas había podido hablar con él cuando este diario se puso en contacto. El presunto homicida manifestó que “estaba borracho y no sabe qué pasó” y, tras avisar a los servicios de emergencias, siguió las instrucciones del 112, presionando la herida en un intento de salvar a su esposa. Posteriormente, fue trasladado al Hospital Público Valdeorras con síntomas de alcoholemia y para recibir la medicación necesaria.
Conmoción en la comunidad
El suceso ha causado una profunda conmoción en As Ermidas, un núcleo de solo 43 habitantes, y en O Bolo, que cuenta con 792 residentes. La Corporación municipal, presidida por Alberto Vázquez Rodríguez, decidió decretar tres días de luto oficial, expresar sus condolencias a la familia y convocar una concentración de repulsa para este martes a las 12:00 horas. El portavoz del grupo popular, Antonio López Sánchez, además de condenar el posible crimen, destacó la necesidad de mejorar los recursos para combatir la violencia machista.
El funeral y entierro de Josefa se llevará a cabo este martes, 8 de abril, a partir de las 17:00 horas, en el santuario de Nuestra Señora de As Ermidas.
016
En caso de necesitar ayuda, el teléfono 016 de atención a las víctimas por violencia de género está permanentemente disponible para quien lo necesite. Es importante no dejar rastro en las facturas, y se recomienda borrar el número de las llamadas salientes del terminal móvil.