
En los últimos meses, los físicos han comenzado a plantear la hipótesis de que el comportamiento de la energía oscura podría cambiar con el tiempo. Según los datos recopilados hasta ahora, parece que esta energía está atravesando un proceso de debilitamiento. Durante la reciente reunión de la Sociedad Estadounidense de Física en California, se presentó un nuevo informe que respalda esta teoría, lo cual resulta, al menos, inquietante. La energía oscura es una de las pocas «certezas cosmológicas» que la ciencia ha logrado establecer. Gracias a esta enigmática forma de energía, el universo se expande a un ritmo acelerado, estimado en aproximadamente 70 kilómetros por segundo por megapársec (donde un megapársec equivale a 3.26 millones de años luz).
El segundo Data Release (DR2) del proyecto DESI (Instrumento Espectroscópico de Energía Oscura) ha proporcionado a los físicos una nueva pieza del rompecabezas cosmológico. Este instrumento, ubicado en el Observatorio Nacional de Kitt Peak en Arizona, tiene como objetivo crear un mapa tridimensional del cosmos que abarque 50 millones de galaxias, a través de tres fases de liberación de datos. El primer lanzamiento, DR1, se realizó en 2023 y abarcó observaciones de un año, mientras que el DR2, más reciente, representa tres años de análisis de un nuevo sector del cielo.
Avances en la comprensión de la energía oscura
Con el uso de DESI, los científicos pueden calcular la velocidad a la que se separan las galaxias. Esta separación no se debe al movimiento de los cúmulos galácticos, sino a la creación o expansión del espacio entre ellos. Gracias a esta información, los cosmólogos pueden describir el comportamiento de la energía oscura. A medida que DESI cataloga más cuerpos celestes, aumenta la precisión de sus mediciones. Los resultados obtenidos con el DR2 han revelado hallazgos que, según algunos representantes del instrumento, son sumamente intrigantes. La expansión del cosmos continúa acelerándose, aunque a un ritmo menor que antes. La conocida ‘constante de Hubble’ podría transformarse pronto en un simple parámetro.
Algunos días después del anuncio global sobre el DR2, miembros destacados de DESI en Latinoamérica compartieron sus hallazgos en el Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). La doctora Mariana Vargas Magaña, experta en sondeos espectroscópicos a partir de oscilaciones acústicas de bariones (BAO) y el corrimiento al rojo (redshift), destacó que, desde un enfoque experimental, DESI no busca determinar la causa de la modificación en el comportamiento de la energía oscura, sino más bien recopilar datos que ayuden a caracterizarla.
Preguntas fundamentales sobre la expansión del universo
“No nos interesa probar uno de los mil modelos posibles para explicar la energía oscura. Nuestro enfoque se basa en parametrizaciones genéricas que describen su comportamiento. Nos planteamos preguntas fundamentales: ¿La energía oscura evoluciona con el tiempo o no? La parametrización que utilizamos nos permite responder a esta pregunta, lo que a su vez restringe el espacio donde podría existir un modelo que explique nuestro universo. Aunque no tenemos una pista clara sobre cuál es ese modelo, a medida que avanzamos, vamos delimitando cada vez más la región del espacio de parámetros donde podría encontrarse”, explicó Vargas Magaña.
