
Caldas de Reis culmina el año con la elección de su cuarto alcalde socialista desde el advenimiento de la Democracia. Jacobo Pérez Gulín tomó posesión de su cargo este lunes en un pleno cargado de emoción, marcando el final de los 18 años de mandato de Juan Manuel Rey, quien se despide tras tres décadas de servicio en la política local.
Durante su discurso de investidura, Pérez Gulín manifestó sentirse “orgulloso y feliz” ante este nuevo desafío, aunque matizó que su felicidad es “serena” debido a la gran responsabilidad que conlleva liderar el municipio. Se comprometió a continuar con los proyectos ya en marcha y a construir “un futuro juntos a partir de la base sólida que dejaron mis predecesores”.
Un homenaje a su antecesor y a la historia socialista de Caldas
El nuevo alcalde dedicó un emotivo reconocimiento a Juan Manuel Rey, a quien calificó como “una persona excepcional, no solo en su rol como alcalde, sino también como ser humano”. Resaltó su “compromiso inquebrantable” durante los 30 años que dedicó a la vida pública, de los cuales 18 fueron como alcalde, y elogió su “generosidad y humildad” al facilitar el relevo en el cargo.
Asimismo, Pérez Gulín recordó a los anteriores alcaldes socialistas de Caldas, Adolfo Abalo y José María Tobío, quienes estuvieron presentes en el acto. Subrayó que ellos fueron los pioneros en la construcción de “la Caldas que hoy conocemos” y dejaron “una huella imborrable” en la comunidad. El nuevo alcalde enfatizó que este cambio no representa una ruptura radical, sino “una evolución que respeta y honra el pasado”.
Compromiso con la honestidad y el progreso
Con 17 años de experiencia en la vida municipal, que comenzaron en la Entidad Local Menor de Arcos da Condesa, Pérez prometió desempeñar su cargo con “honestidad, transparencia y dedicación”. Afirmó que estos valores son un legado familiar, junto con el trabajo incansable, la integridad y la empatía, que guiarán su gestión.
Finalmente, el nuevo alcalde hizo un llamado a la unidad entre todos los vecinos y reafirmó su objetivo de transformar Caldas en “un lugar próspero, sostenible y lleno de oportunidades para todos”. Cerró su intervención con un mensaje de optimismo: “¡Siempre en el buen camino!”.