
Google ha decidido permitir el acceso a Gemini, su chatbot de inteligencia artificial (IA), a niños menores de 13 años cuyos padres utilicen Family Link, el servicio de control parental de la empresa. Esta medida se toma en un contexto donde diversas organizaciones han expresado preocupaciones sobre los efectos negativos que la IA puede tener en el bienestar psicológico, emocional y social de los menores.
De acuerdo con un informe de The New York Times, la nueva funcionalidad fue comunicada a los tutores a través de un correo electrónico que indica: “Las aplicaciones de Gemini pronto estarán disponibles para su hijo. Esto significa que podrá hacer preguntas, recibir ayuda con las tareas e inventar historias”.
El mensaje aclara que los menores podrán interactuar directamente con el chatbot. Sin embargo, la compañía notificará a los padres cuando sus hijos accedan por primera vez a la herramienta, lo que les permitirá ajustar la configuración del sistema o, si lo prefieren, desactivar el acceso por completo.
Google reconoce que el modelo puede cometer errores, por lo que aconseja a los padres guiar a sus hijos en el desarrollo de su pensamiento crítico y en la verificación de las respuestas. También se recuerda que “Gemini no es humano” y que no se debe compartir información personal o confidencial con el sistema.
Karl Ryan, portavoz de la compañía, afirmó al New York Times que no se utilizarán los datos de los menores para entrenar productos de IA, y que se han implementado medidas específicas para proteger su privacidad y seguridad. No obstante, el mensaje enviado a los padres advierte que los niños podrían “encontrar contenido que no desean que vean”.
Ampliación del acceso a la IA
La inclusión de usuarios menores de 13 años representa el último esfuerzo de Google por ampliar el alcance y uso de su chatbot. Esta estrategia busca consolidar una base de usuarios más amplia en un entorno de competencia intensa entre gigantes tecnológicos por liderar el emergente mercado de la inteligencia artificial.
Expertos han calificado esta decisión de Google como especialmente arriesgada, dado el creciente temor sobre los efectos que el uso excesivo y sin supervisión de estas tecnologías podría tener en la salud mental de los niños y adolescentes.
Preocupaciones sobre la salud mental
Un análisis del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef)