¿Quién se enamora más rápido y con mayor frecuencia?
Los hombres parecen ser quienes se enamoran más rápidamente, así como quienes experimentan el enamoramiento con mayor frecuencia. En contraste, las mujeres son las que tienden a enamorarse con mayor intensidad. Además, son ellas quienes muestran un mayor compromiso en las relaciones sentimentales y tienden a pensar de manera más obsesiva en sus parejas.
Estos hallazgos provienen de un estudio realizado por investigadores de Australia y Nueva Zelanda, publicado en febrero en la revista académica Biology of Sex Differences. La investigación incluyó a 808 participantes de entre 18 y 25 años, residentes en 33 países de Europa, América del Norte y Sudáfrica, todos ellos afirmando estar “enamorados” al momento de la encuesta.
Diferencias en el enamoramiento entre géneros
Este estudio es el primero que investiga las diferencias en la experiencia del amor romántico entre hombres y mujeres, utilizando una muestra intercultural relativamente amplia. Aunque las diferencias observadas no son tan marcadas como algunos podrían suponer, el 30% de los hombres admitieron haberse enamorado antes de que la relación se volviera “oficial”, en comparación con el 20% de las mujeres.
Un dato revelador es que, en promedio, los hombres se enamoran un mes antes que sus parejas del sexo opuesto. Según los investigadores, esto podría deberse a la presión social que enfrentan los hombres para demostrar su compromiso al buscar una pareja. Este fenómeno refleja tanto factores biológicos como las presiones sociales en un contexto evolutivo.
Impacto de la igualdad de género en el amor romántico
Las diferencias de género se reducen aún más al considerar variables como la edad, la proporción de hombres a mujeres y las desigualdades de género en los países de origen de los encuestados. El estudio sugiere que las personas de países con mayor igualdad de género experimentan una menor intensidad de amor romántico, así como un menor pensamiento obsesivo y compromiso.
Es importante destacar que el 27% de los participantes se identificaron con una orientación sexual no heterosexual, lo que sugiere que las diferencias de género podrían ser más pronunciadas al comparar únicamente a hombres y mujeres heterosexuales. Esto se debe a que las experiencias de individuos no heterosexuales aportan una variación adicional que complica la comparación directa entre los géneros.
En resumen, los hombres parecen ser más propensos al “amor a primera vista”, mientras que las mujeres son más propensas a trabajar en el éxito de una relación. Estos resultados deben ser entendidos dentro del marco de la teoría evolutiva de la selección sexual y el desarrollo de nuevas hipótesis sobre la evolución del amor como un recurso para la supervivencia de la especie. Los investigadores sugieren que los desafíos adaptativos que enfrentaron hombres y mujeres a lo largo de la historia del amor romántico pueden contribuir a las diferencias observadas en la actualidad.