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El plan de prevención de incendios de la Xunta, conocido como Pladiga, establece como meta que en 2025 se quemen menos de 18.554,5 hectáreas, cifra que representa la media de lo quemado en la última década. Si se excluyen los valores extremos de estos diez años, la media se sitúa en 15.106 hectáreas. Además, se reduce el número de parroquias de alto riesgo de 40 a 26, mientras que se amplía la red de videovigilancia a 181 cámaras, lo que implica un incremento de cuatro unidades respecto al año anterior.
Este plan, que aún espera la aprobación del Consello de la Xunta, tiene como objetivo reducir la media de 307 incendios registrados en la última década, que son aquellos que superan las 0,5 hectáreas. En 2024, las hectáreas quemadas alcanzaron 2.644,7, con un mínimo histórico de 755 fuegos, lo que representa unas 4.000 hectáreas menos que las 6.749 del año 2023. Las cifras más alarmantes de los últimos diez años corresponden a las olas de 2017 y 2022, que arrasaron 62.096 y 51.643 hectáreas, respectivamente.
Estrategias y Objetivos
En consonancia con los años anteriores, se busca que los incendios que superen las 25 hectáreas representen menos del 2% del total, mientras que se espera que los fuegos de una hectárea o menos constituyan más del 70%. En lo que respecta a las situaciones 2, aquellas en las que el fuego amenaza viviendas, se pretende reducir el promedio de siete activaciones en los últimos cinco años, habiendo registrado solo una en 2024.
Desde la Xunta de Galicia, se considera que el plan ha tenido un desempeño muy positivo en los últimos dos años, logrando un récord favorable en cuanto a hectáreas quemadas. Por ello, se confía en el dispositivo propuesto por el Gobierno gallego para combatir los incendios.
Medios y Recursos
El Pladiga también establece objetivos específicos para este año, que incluyen la revisión de los planes municipales de prevención de incendios que aún están pendientes de aprobación, así como el desarrollo de convenios para la creación de brigadas de prevención en mancomunidades de municipios durante seis meses al año. Además, se avanzará en el anteproyecto de la ley para una lucha integral contra incendios, se elaborarán los planes preventivos de los seis parques naturales gallegos y se adquirirán seis máquinas hidrostáticas polivalentes para tareas de desbroce y extinción. A partir de 2025, el personal laboral fijo discontinuo de prevención de incendios trabajará ocho meses al año, aumentando a nueve meses en 2026.
En cuanto a los medios aéreos, se mantendrá una treintena de aeronaves durante la temporada de alto riesgo, que incluye 20 de la Xunta (compuesta por 14 helicópteros y seis aviones de carga en tierra) y entre nueve y diez aeronaves del Estado (de las cuales cinco son aviones).
Videovigilancia y Análisis de Incendios
La red de videovigilancia de la Consellería de Medio Rural contará con 181 cámaras, lo que representa un aumento de cuatro respecto a 2024, distribuidas en 90 localizaciones, incluyendo dos nuevas ubicaciones en As Pontes y Mondariz. Esta red, que comenzó a instalarse en 2018 con 88 videocámaras en 44 lugares, ha más que duplicado su capacidad. Además, se continuará utilizando drones en las labores de extinción, una estrategia que ha demostrado ser efectiva en años anteriores.
Según el análisis de la Xunta, el 75% de los incendios en Galicia entre 2015 y 2024 fueron intencionados, lo que representó el 66% de la superficie quemada. Las causas restantes se distribuyen de la siguiente manera: origen desconocido (5,6%), negligencia (4,8%), otros (4%), reproducción (3,97%), natural (3,73%) y