abril 25, 2025

El Supremo avala las suspensiones de dos parques eólicos en Galicia, incluido uno en Ourense

El Tribunal Supremo (TS) ha respaldado las suspensiones cautelares del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) en relación con dos parques eólicos: Troitomil, situado entre los municipios coruñeses de Negreira y A Baña, y Ventumelo, que se encuentra entre las provincias de Ourense y Lugo. Esta decisión se produce tras la inadmisión de los recursos interpuestos por la Xunta y las empresas promotoras de los proyectos.

Inadmisión de Recursos

La Sala de lo Contencioso-Administrativo Sección Primera del TS ha emitido providencias de inadmisión a trámite de los recursos presentados por el Gobierno Gallego, así como por las empresas Wind Hero (en el caso de Ventumelo) y Green Capital Power (Troitomil). Esta decisión se fundamenta en la falta de justificación de interés casacional en los argumentos expuestos.

Pérez Lema Avogados, en un comunicado, ha subrayado que «la decisión del TS avaló el proceder del TSXG frente a una campaña política de deslegitimación impulsada desde el Gobierno gallego y las empresas eólicas». Además, se critica que la Xunta «desautorizó en términos muy duros las decisiones» del alto tribunal gallego, lo que ha sido calificado como una campaña política contra una decisión jurídica plenamente ajustada a derecho, un comportamiento que resulta jurídicamente inaceptable.

Paralización de Proyectos Eólicos

El proyecto eólico de Ventumelo, que abarca los municipios de Pobra de Trives, San Xoán de Río y Ribas de Sil, fue paralizado en marzo de 2024. El TSXG determinó que no se podía considerar totalmente veraz la declaración de impacto ambiental elaborada por la Xunta, ya que no se tuvo en cuenta que el parque forma parte de un proyecto más amplio que había sido artificialmente fragmentado.

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En mayo de 2024, el TSXG aplicó una argumentación similar para suspender cautelarmente el proyecto de Troitomil. El alto tribunal gallego expresó sus sospechas de que los proyectos de Vilartoxo y Barrosinos, ubicados en las cercanías, formaban parte de un mismo macroproyecto que se intentaba ocultar mediante una fragmentación intencionada.

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