abril 20, 2025

El humor y la ciencia forman una gran dupla, pero hay que tener cuidado con el sarcasmo

El humor puede hacer que la investigación científica sea más atractiva y, al menos, captar la atención de los lectores. Esto es lo que indica un estudio reciente publicado en el Journal of Science Communication. A diferencia de quienes creen que un enfoque humorístico podría restar seriedad a la ciencia, los investigadores sostienen que una dosis adecuada de humor puede incrementar la aceptación y la credibilidad en la comunidad científica.

No obstante, se advierte que los estudios no deben abusar del sarcasmo. Es fundamental encontrar un equilibrio para que el humor no desvirtúe la seriedad de la investigación.


¿Es posible aprender mientras te ríes?

El estudio realizado por un grupo de investigadores se suma a una creciente serie de investigaciones que han explorado el uso del humor en la comunicación científica. En este caso, se centraron en publicaciones en redes sociales, creando cuatro viñetas sobre inteligencia artificial que fueron compartidas en X, utilizando un personaje ficticio llamado «Dr. Jamie Devon».

Los tipos de humor empleados se clasificaron en tres categorías: sátira ligera, antropomorfismo (atribuir características humanas a animales u objetos) y una combinación de ambos. También incluyeron una viñeta sin humor. Posteriormente, llevaron a cabo una encuesta con 2,200 participantes, con una edad promedio de 50 años, de los cuales el 45% eran mujeres. A los encuestados se les pidió que evaluaran cuán divertidas les parecían las viñetas, así como la simpatía que sentían hacia el artículo científico y su percepción sobre la legitimidad del contenido como forma de comunicación científica.


La ciencia y el sarcasmo no se llevan bien

La combinación de antropomorfismo y sátira fue considerada la más divertida, y el nivel de humor percibido por los participantes se correlacionó con su simpatía hacia el Dr. Devon. Además, aquellos que se sintieron más divertidos mostraron una mayor tendencia a considerar la fuente de información como legítima. El humor, cuando se utiliza de manera responsable, se convierte en una herramienta poderosa que puede humanizar a los científicos y establecer conexiones significativas con el público. Esto facilita la comprensión de conceptos complejos.

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Este enfoque no solo promueve una actitud positiva hacia la ciencia, sino que también tiene el potencial de combatir la desinformación de una manera amigable. El humor puede despertar la curiosidad, motivando a las personas a buscar más información sobre temas científicos relevantes. Sin embargo, es importante señalar que las formas más agresivas de sátira pueden ser percibidas como hostiles, lo que podría socavar la credibilidad de la fuente científica.

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