Jayde Powell no tiene la intención de ser una influencer de por vida. Su meta es retirarse de las redes sociales a los 40 años. Además de su actividad como creadora de contenido, Powell trabaja como estratega de marketing en redes sociales, publicando aproximadamente un video diario, principalmente en LinkedIn. Participa en eventos de marcas reconocidas como Uber y Delta Airlines, y brinda asesoría a otros sobre cómo establecer colaboraciones con diferentes marcas. Recientemente, compartió que logró ganar más de 50,000 dólares en el primer trimestre del año.
A pesar de su éxito, Powell admite haber experimentado los efectos adversos de estar constantemente conectada: «No creo que sea saludable levantarse y mirar el móvil cada mañana», comenta. Desde 2021, utiliza gafas que filtran la luz azul para mitigar las migrañas que le provocan las largas horas frente a la pantalla. Reconoce su adicción a las redes sociales y a la dopamina que generan los picos de interacción. «Es vergonzoso decirlo, pero es la verdad».
El impacto de la vida en línea
Powell asiste a terapia aproximadamente una vez al mes, donde la mayoría de las sesiones se enfocan en su carrera, abarcando temas como el agotamiento, la presión constante por mantenerse relevante y el acoso en línea. Aunque sostiene que muchos de sus colegas creadores desearían tener acceso a terapia, la inestabilidad de sus ingresos les hace ver esta opción como un lujo.
CreatorCare, un nuevo servicio de telesalud, busca abordar esta problemática ofreciendo terapia a precios accesibles, especialmente diseñada para quienes trabajan en la economía de los creadores. Esta iniciativa, resultado de una colaboración entre Revive Health Therapy y Creators 4 Mental Health, ofrece acceso a terapeutas mediante sesiones virtuales que tienen un costo que varía entre 60 y 180 dólares.
Desafíos en la economía de los creadores
El lanzamiento de CreatorCare se produce en un contexto donde cada vez más creadores expresan sus preocupaciones sobre el sector. En febrero, el youtuber MrBeast comentó en el podcast Diary of a CEO que «si mi salud mental fuera una prioridad, no tendría el éxito que tengo». Además, hay una creciente presión para regular cómo las plataformas tratan a estos trabajadores, quienes son fundamentales para sus modelos de negocio. Un estudio publicado en la revista Digital Health en 2024 reveló una «asociación significativa» entre el uso prolongado de redes sociales y un aumento de emociones negativas, especialmente entre aquellos que ganan menos de 10,000 dólares por sus publicaciones.
Shira Lazar, cofundadora de CreatorCare, de 42 años, señala que, a pesar de su aprecio por la creatividad y la comunidad que ofrece este ámbito, el «miedo a desaparecer» contribuye al agotamiento en un sistema que exige constantemente alimentar los feeds. Los creadores enfrentan problemas como la ansiedad, la depresión, trastornos alimentarios y fluctuaciones significativas en sus ingresos de un mes a otro. Lazar también menciona que muchos de ellos tienen dificultades para construir una identidad que no dependa de su presencia en redes sociales.