mayo 25, 2025

Descubren la «tapa» que evita la erupción del supervolcán Yellowstone

El supervolcán de Yellowstone, situado en el Parque Nacional de Yellowstone en el norte de Estados Unidos, es uno de los sistemas volcánicos más monitoreados a nivel mundial. Su caldera abarca un diámetro de 55 x 72 kilómetros y, según los registros históricos, una erupción podría liberar miles de kilómetros cúbicos de material volcánico en la atmósfera. Este evento podría provocar un invierno volcánico que alteraría el equilibrio climático global.

Afortunadamente, no se han detectado señales de una erupción inminente. Un equipo de vulcanólogos ha descubierto la razón detrás de esta calma. Bajo el supervolcán Yellowstone se encuentra una «tapa» de magma que ayuda a mantener la presión del sistema geológico de manera estable.

Descubrimientos sobre la estructura del magma

De acuerdo con un artículo publicado en Nature, a una profundidad de aproximadamente 3.8 kilómetros en la caldera noreste de Yellowstone hay una capa de magma porosa. Utilizando una metáfora de los autores, esta formación permite que el volcán «duerma» con una respiración constante. Aunque la existencia de esta capa de magma no es un concepto nuevo, hasta ahora no se había podido determinar su ubicación exacta.

El equipo de investigación, compuesto por científicos de las universidades de Rice, Nuevo México, Utah y Texas, desarrolló un método innovador para obtener imágenes del interior del supervolcán. Generaron ondas sísmicas utilizando un camión de 23,800 kilogramos que produce temblores controlados. Al analizar cómo se propagaban estas ondas a través de las distintas capas de roca, lograron visualizar estructuras internas con una precisión sin precedentes. Esta tecnología es comúnmente utilizada en la exploración de pozos de petróleo y gas.

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Imágenes reveladoras y su significado

Mediante este enfoque, los vulcanólogos y sismólogos identificaron un estrato en Yellowstone donde las ondas sísmicas se comportaron de manera diferente al resto del terreno. «Obtuvimos una de las primeras imágenes supernítidas de la parte superior del depósito de magma bajo la caldera de Yellowstone», comentó uno de los investigadores. La sorpresa fue encontrar un reflector tan potente a esa profundidad, lo que indica que algo físicamente distinto está ocurriendo allí, probablemente una acumulación de roca parcialmente fundida intercalada con burbujas de gas.

La composición de esta tapa es una mezcla de material fundido de silicato y burbujas de agua dentro de una matriz de roca porosa. Según la hipótesis del equipo, los gases que normalmente favorecen una erupción se filtran a través de las grietas y canales entre los cristales minerales de esta capa, lo que ayuda a liberar la presión del supervolcán. Esta explicación es coherente con las observaciones en la zona de Yellowstone, donde se han detectado gases magmáticos que emergen de sus aguas termales.

Cada año, el supervolcán experimenta entre 1,000 y 3,000 terremotos, la mayoría de ellos de baja magnitud, como resultado de la actividad volcánica subyacente. En los últimos 2.1 millones de años, Yellowstone ha tenido tres supererupciones, siendo la más reciente hace 640,000 años.

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