abril 20, 2025

Comparativa de leches: vaca, avena, almendra, soya y coco, ¿cuál es la mejor opción?

La elección de un simple vaso de leche se ha vuelto un desafío, ya sea por razones de salud, preocupaciones ambientales o un sentido de responsabilidad hacia todas las especies. Al visitar un supermercado o una cafetería, los consumidores se enfrentan a una variedad abrumadora de opciones: leches enteras, semidescremadas, deslactosadas, pasteurizadas, ultrapasteurizadas y una amplia gama de leches vegetales. Con tantas alternativas disponibles, surgen preguntas cruciales: ¿cuál es la mejor opción en términos de salud? ¿Qué impacto tiene cada tipo en el medio ambiente? ¿Cómo se comparan en términos de costo-beneficio? ¿Es realmente necesario considerar todos estos factores?

Elegir la leche adecuada puede parecer un asunto trivial, pero se convierte en un tema significativo cuando se trata de la salud personal y del planeta. Actualmente, existen numerosos estudios a nivel global que analizan la huella ecológica de los alimentos, evaluando los recursos necesarios para su producción, como agua, uso del suelo, energía, emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), y el uso de químicos y hormonas. Además, se consideran factores como la edad del consumidor, sus condiciones de salud y requerimientos calóricos.

Impacto ambiental de la leche

Un análisis realizado por el Global Change Data Lab y la Universidad de Oxford revela que la leche de vaca tiene un impacto ambiental considerablemente mayor que las alternativas vegetales en todos los aspectos evaluados. Este tipo de leche produce aproximadamente tres veces más emisiones de GEI, utiliza diez veces más tierra, consume hasta veinte veces más agua dulce y contribuye a niveles significativamente más altos de eutrofización, que es la contaminación de los ecosistemas por un exceso de nutrientes.

Leer:  Desarrollan un dispositivo para experimentar y compartir sabores virtuales

Además, los rumiantes como vacas, ovejas y cabras generan metano a través de su eructo y excremento, un gas de efecto invernadero que es 80 veces más potente que el dióxido de carbono y que ha sido responsable del 30% del calentamiento global desde la era preindustrial. Según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), se estima que estas emisiones podrían aumentar hasta un 70% para el año 2050.

Conociendo tus opciones

Es fundamental entender que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en México aclara que el término ‘leche’ se refiere exclusivamente a la leche de origen animal, como la de vaca, cabra o oveja. Las alternativas vegetales son clasificadas como ‘bebidas vegetales’, que pueden estar hechas de soya, avena, almendra, amaranto, coco, arroz o nuez, entre otras. Ambas categorías de productos ofrecen nutrientes esenciales como proteínas, carbohidratos, grasas, calcio, vitaminas y minerales, aunque varían en cantidad y en los nutrientes añadidos por cada marca.

Otro aspecto importante a considerar es la distinción entre leche y productos lácteos combinados. Según la norma oficial mexicana NOM-183-SCFI-2012, las leches deben contener al menos un 80% de caseína (la proteína de la leche), mientras que los productos lácteos combinados suelen tener menores porcentajes de proteínas y caseína, y a menudo contienen más grasas vegetales.

Consideraciones sobre la intolerancia

La doctora Mayra Ramos Gómez, jefa del servicio de Gastroenterología del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre en la Ciudad de México, explica que muchas personas creen ser intolerantes a la lactosa, cuando en realidad son intolerantes a la grasa de la leche. Esto puede causar distensión abdominal, flatulencia y otros malestares gastrointestinales. Las personas que realmente son intolerantes a la lactosa también experimentan estos síntomas, pero con la adición de diarrea.

Leer:  Aumento de los costos de atención médica en México por la mala calidad del aire

La enzima lactasa, necesaria para digerir la lactosa, se produce en el intestino delgado, pero algunas personas no la producen debido a una deficiencia congénita o a una deficiencia adquirida, que ocurre cuando se deja de consumir leche durante un tiempo prolongado. Además, en el intestino delgado se desarrollan bacterias esenciales como Bifidobacterias y Firmicutes, que son cruciales para la salud digestiva.

Noticias relacionadas