mayo 24, 2025

Colombia enfrenta emergencia por brote de fiebre amarilla: síntomas y medidas de prevención

Gustavo Petro, el presidente de Colombia, ha anunciado la declaración de una emergencia sanitaria y económica debido a un brote de fiebre amarilla que afecta principalmente al centro-occidente del país. Hasta la fecha, se han confirmado 74 casos y 32 muertes relacionadas con esta enfermedad, según el mandatario.

“Voy a decretar la emergencia económica después de la sanitaria. Pero no por lo que dicen los contrabandistas, lavadores y petroleros, quienes han dominado la política económica de Colombia, sino por algo simple y contundente: la vida. Estamos nuevamente ante un virus, esta vez, el de la fiebre amarilla”, expresó Petro a través de sus redes sociales.

El último informe epidemiológico del Instituto Nacional de Salud (INS) indica que el brote se originó en septiembre del año pasado en una zona rural del oriente del departamento del Tolima. Esta región sigue siendo el epicentro de la mayoría de los contagios y muertes, con 57 infecciones y 23 decesos. En contraste, durante todo 2024 solo se habían registrado 13 contagios en la misma área. La semana pasada, las autoridades locales declararon un estado de desastre sanitario debido al aumento de casos.

Situación actual y advertencias

“Los contagios se ubican en veredas de zonas rurales dispersas, lo que indica un foco selvático. No se han confirmado infecciones en áreas urbanas”, aclara el informe del INS. Sin embargo, Petro ha advertido que el calor extremo, resultado de la crisis climática, podría facilitar la propagación del mosquito hembra Aedes aegypti, portador del virus, hacia las ciudades. “Un mosquito en una ciudad es más peligroso que en la selva, porque aumenta exponencialmente la cantidad de personas que pueden resultar infectadas debido a la densidad poblacional”, explicó el presidente.

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A pesar de no haber detallado las medidas específicas que se implementarán tras la declaración de emergencia, Petro aseguró que el impacto del brote podría ser limitado si se aceleran las campañas de vacunación en los centros de salud pública. “Mi administración hará uso de toda la experiencia preventiva acumulada tanto en el país como a nivel internacional. La prevención es nuestra prioridad, aunque ha sido descuidada en Colombia. En estos dos años hemos construido una sólida red nacional de salud, y confío en que estará a la altura del desafío”, concluyó.

¿Qué es la fiebre amarilla?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la fiebre amarilla como una infección viral transmitida por artrópodos, principalmente mosquitos y garrapatas, perteneciente al género Flavivirus. El virus se contagia a los humanos a través de la picadura de mosquitos de los tipos Aedes y Haemagogus.

La fiebre amarilla es considerada una enfermedad de alto impacto, con múltiples implicaciones y el potencial de propagarse a nivel global, lo que la convierte en una amenaza para la seguridad sanitaria mundial, advierte la OMS.

Síntomas y tratamiento

El periodo de incubación del virus varía entre tres y seis días. Los síntomas iniciales incluyen fiebre, dolores musculares y de cabeza, pérdida del apetito, náuseas y vómitos, que suelen desaparecer en un máximo de cuatro días. Sin embargo, la OMS advierte que una pequeña proporción de pacientes puede desarrollar una fase más severa, caracterizada por fiebre elevada y daño multisistémico, especialmente en el hígado y los riñones. Durante esta etapa, son comunes la coloración amarillenta de la piel y los ojos, dolores abdominales con vómitos y orina oscura. En algunos casos graves, puede presentarse sangrado por boca, nariz, ojos o estómago. La mitad de los pacientes que entran en la fase tóxica fallecen entre siete y diez días después, indica la OMS.

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Actualmente, no existe un tratamiento antiviral específico para la fiebre amarilla. No obstante, la vacunación es la forma más eficaz de prevención. Una sola dosis es suficiente para conferir protección de por vida. Los efectos adversos de la vacuna son poco comunes, aunque se recomienda precaución en niños menores de nueve meses, mujeres embarazadas, personas con alergias severas al huevo y pacientes inmunodeprimidos o con trastornos del timo, quienes suelen quedar excluidos de la inmunización.

Expertos en salud pública subrayan que el riesgo de propagación urbana puede reducirse mediante la eliminación de criaderos de mosquitos, el uso de larvicidas en depósitos de agua y zonas con líquidos estancados, así como la aplicación regular de repelente y el uso de vestimenta que cubra la piel. La OMS insiste en que “la principal medida para prevenir la fiebre amarilla es la vacunación”.

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