mayo 25, 2025

China inicia una nueva misión espacial tripulada enfocada en experimentos de regeneración celular y organoides

Con la reciente misión Shenzhou-20, el programa espacial de China continúa su trayectoria hacia el establecimiento como una de las principales potencias tecnológicas en el ámbito espacial. Durante los próximos seis meses, la estación espacial Tiangong recibirá a tres nuevos taikonautas, quienes llevarán a cabo una serie de experimentos científicos en condiciones de microgravedad.

El término «taikonauta» proviene de la palabra china taikong, que se traduce como «cosmos». Los tres taikonautas despegaron a bordo del cohete Long March 2F, un vehículo confiable de 62 metros que ha sido fundamental para el programa espacial chino desde 1999. Su lanzamiento tuvo lugar en la mañana del jueves 24 de abril, y en pocas horas se acoplarán al módulo Tianhe, que constituye el núcleo de la estación espacial Tiangong.


La misión Shenzhou-20 marca la 35ª operación del programa espacial tripulado de China, que se inició en 1956 con la creación del primer centro de investigación de misiles y cohetes del país. Actualmente, los dos objetivos más inmediatos de la nación en el espacio son el desarrollo de un centro permanente de operaciones en la Luna y el mantenimiento de su presencia en la órbita baja terrestre. Este último objetivo cobrará mayor relevancia tras el año 2030, cuando la NASA y sus socios retiren la Estación Espacial Internacional de su órbita, dejando a la Tiangong como la única estación espacial en funcionamiento.

La tripulación de esta misión está compuesta por el experimentado comandante Chen Dong, de 46 años, quien ya ha participado en dos misiones anteriores, el piloto Chen Zhongrui, de 40 años, y Wang Jie, un ingeniero aeroespacial de 35 años. Este trío de taikonautas reemplazará a los tres integrantes de la misión Shenzhou-19, quienes han pasado seis meses en la estación espacial china.

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Los experimentos a bordo de la Tiangong

La estación Tiangong funciona como un laboratorio científico en órbita, donde los tripulantes realizan experimentos en condiciones que no pueden ser replicadas en la Tierra. De las más de 200 pruebas que se llevan a cabo en microgravedad, destacan aquellas que involucran seres vivos, estados excéntricos de la materia y estudios médicos relacionados con la radiación espacial y la salud humana. Para la misión Shenzhou-20, la Agencia Espacial Tripulada de China ha anunciado que se realizarán pruebas con chips para organoides cerebrales, así como investigaciones sobre el comportamiento de organismos que tienen la capacidad de regenerarse y el estudio de materiales superconductores en el espacio.

“Este proyecto mejorará nuestra comprensión de los mecanismos fundamentales de la regeneración a nivel individual y podría ofrecer información valiosa sobre problemas de salud humana relacionados con las lesiones inducidas por el espacio”, declaró Lin Xiqiang, portavoz de la Agencia Espacial Tripulada de China.

Futuras misiones espaciales

La próxima gran misión espacial de China está programada para llevarse a cabo no antes de 2030. Los científicos del país tienen planes de enviar un equipo de taikonautas a la Luna, donde realizarán caminatas espaciales y comenzarán la construcción de un centro de investigación cerca de uno de los polos lunares. Además, han expresado su intención de lograr el primer descenso humano en Marte, aunque estos planes aún parecen estar en una fase lejana de desarrollo.

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