noviembre 19, 2025

Buscar un apartamento por menos de 500 euros se ha vuelto una tarea casi imposible

La problemática del alquiler en la ciudad se está volviendo cada vez más alarmante. Las cifras hablan por sí solas y evidencian la seriedad de la situación. La oferta es escasa, los pisos se alquilan en cuestión de horas y los precios han alcanzado niveles sin precedentes.

Ninguna área de la ciudad escapa a esta problemática. De acuerdo con el Observatorio da Vivenda de Galicia, todos los barrios, salvo A Ponte, O Vinteún y Covadonga, han superado ya el umbral de los 500 euros de media en alquiler. El centro de la ciudad se posiciona como la zona más costosa, con un alquiler medio de 600 euros. A continuación, se encuentran los barrios de As Lagoas (567,4 euros), O Couto (511,3 euros) y Mariñamansa (508,3 euros). Solo en los distritos del norte, A Ponte, O Vinteún y Covadonga, la media de arrendamiento se mantiene por debajo de los 500 euros (491,7 euros).

La escasez de oferta

Sin embargo, la media del alquiler no refleja la oferta actual en el mercado. Al explorar los principales portales inmobiliarios, resulta casi imposible encontrar un piso en alquiler por menos de 500 euros. En la plataforma Fotocasa, se listan 23 pisos en las áreas de A Ponte y O Vinteún, y ninguno de ellos se encuentra por debajo de esa cifra. La mayoría de las propiedades tienen precios que oscilan entre 700 y 800 euros, y algunos incluso superan el millar de euros. Un patrón similar se observa en Idealista, donde hay más viviendas disponibles por más de 1.000 euros que por menos de 500 euros.

La evolución del precio año tras año, según el Observatorio Galego da Vivenda, ilustra claramente cómo el problema del alquiler se ha intensificado de manera incesante en tiempos recientes. El precio medio del arrendamiento en la ciudad ha aumentado un 54% en la última década, pasando de 347,8 euros en 2015 a 535,7 euros en la actualidad.

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Un panorama preocupante

La situación actual del alquiler no solo afecta a los inquilinos, sino que también plantea serios desafíos para la comunidad en general. La falta de viviendas asequibles está generando un clima de incertidumbre y preocupación entre los ciudadanos, que ven cómo sus posibilidades de acceder a un hogar se reducen drásticamente. Este fenómeno no solo repercute en la calidad de vida de los habitantes, sino que también puede tener consecuencias a largo plazo para la economía local y el desarrollo urbano.

En este contexto, es crucial que se implementen políticas efectivas que aborden la crisis del alquiler y promuevan un acceso equitativo a la vivienda. La colaboración entre las autoridades locales, los propietarios y los inquilinos será fundamental para encontrar soluciones sostenibles que beneficien a todos los sectores de la sociedad.

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