
Aumento de casos de sextorsión en Pontevedra
En los últimos meses, la ciudad de Pontevedra ha experimentado un alarmante aumento en los casos de sextorsión, un delito cibernético que pone en riesgo la privacidad de las víctimas mediante la amenaza de difundir material íntimo. Hasta la fecha, al menos seis denuncias han sido presentadas por residentes de la localidad en la Comisaría Provincial, lo que ha encendido las alarmas en el equipo de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional.
Este fenómeno delictivo, que se basa en el chantaje por la posesión de contenido personal, suele iniciar en plataformas virtuales. Los ciberdelincuentes establecen una relación de aparente amistad con sus objetivos, logrando así ganar su confianza. Posteriormente, se produce un intercambio de material íntimo, que es utilizado para extorsionar a las víctimas, quienes se ven obligadas a realizar pagos para evitar que dicho contenido sea divulgado públicamente.
Modus operandi de los extorsionadores
Además del método mencionado, las autoridades han identificado otro patrón común en estos delitos: los criminales se hacen pasar por supuestas organizaciones de prostitución. En estos casos, tras un primer contacto, la víctima es acosada por «mafias» que exigen pagos bajo la amenaza de revelar su supuesta implicación en actividades sexuales, incluso a sus familiares y amigos. Las amenazas pueden variar desde la difamación hasta la utilización de la fuerza contra la víctima o sus seres queridos.
Este tipo de extorsión no solo afecta a la víctima directamente, sino que también genera un clima de miedo y desconfianza en la comunidad, lo que resalta la urgencia de abordar este problema de manera efectiva.
Recomendaciones para la prevención
Ante la creciente preocupación por estos delitos, las autoridades hacen un llamado a la prevención como la herramienta más efectiva para evitar convertirse en víctima de sextorsión. Se recomienda encarecidamente no compartir contenido íntimo en redes sociales y, en caso de ser objeto de este tipo de chantaje, no ceder a las demandas económicas de los extorsionadores. En su lugar, se aconseja denunciar los hechos de inmediato a las autoridades competentes.
La colaboración de la ciudadanía es fundamental para combatir este tipo de delitos y proteger la seguridad y privacidad de todos los ciudadanos. La educación sobre los riesgos de compartir información personal en línea es clave para reducir la incidencia de estos casos en la comunidad.